Desde la indignación: ¿hasta cuándo los hombres van a seguir siendo también víctimas?
Suelo escribir desde mi rol de mujer, es el que mejor conozco y con el que más comprometida me siento. Hace tres semanas me estrené en el rol de madre y si hay algo en lo que me ido reafirmando a lo largo de estos días es que si quiero seguir avanzando como persona, si quiero seguir creciendo y si no quiero renunciar a mantener mis alas desplegadas, necesito a mi compañero en el duro proceso de la crianza.
Siempre tuvimos claro que esto sería un proyecto de dos, y así decidimos recibir a Alma: compartiríamos el descanso por maternidad, compartiríamos desde el primer segundo a esa pequeña personita, los avances, los errores, las ansiedades, las lágrimas y las sonrisas.
Algo que cualquier ser humano con sentido común y con cierto grado de humanidad comprendería a la primera de cambio, no ha terminado de ser entendido por la empresa de mi compañero. No asumen que él quiera ejercer este derecho, así que han optado por un chantaje mezquino y ruin: le «sugieren» incorporarse de nuevo a su puesto de trabajo, no le facilitan la documentación necesaria para tramitar su descanso por maternidad y la alternativa que le proponen es la extinción de la relación laboral que le une a la empresa. Lo que vendría a ser un: «o curras o te despedimos».
Llegados a este punto estoy indignada como mujer, como madre y sobretodo, como empresaria. Estoy tremendamente cabreada porque somos much@s los que defendemos por encima de todo a nuestro equipo, l@s que llevamos hasta el extremo el respeto de sus derechos y los que no soportamos que se nos mida a tod@s por el mismo rasero cuando se trata de juzgar al colectivo de empresarios en este país. ¿Hasta cuándo vamos a seguir teniendo que tolerar estas injusticias? ¿Hasta cuándo vamos a vernos obligadas las mujeres a cargar en soledad con una crianza que desde nuestro punto de vista es cosa de dos? ¿Hasta cuándo los padres van a tener que seguir viviendo bajo la coacción de empresarios retrógrados y anacrónicos que no han comprendido que el mundo cambia? ¿Hasta cuándo los hombres van a seguir siendo también víctimas? Por desgracia aún hay mucho camino por recorrer, pero afortunadamente a algun@s nos sobran ganas, energía y razones para andarlo o desandarlo las veces que sean necesarias. Faltaría más 😉