El Giraluna, el que permanece erguido
Ser madre implica «explorar líneas alternativas de consumo de contenidos». Algunos que no disfrutas demasiado (honestamente, aguanto a Peppa Pig y a su familia por su maravilloso acento británico, pero los preferiría a los cuatro dentro de un bocata de jamón) y luego están esas joyas en forma de cuento, vídeo, canción, juego, vídeojuego o app que jamás habrían llegado a mi vida si en ella no hubiese un ser humano de tres años.
Esta semana El Giraluna de Luis Eduardo Aute se coló en nuestra existencia para siempre. Se incorporó a nuestros momentos antes de dormir y empezó a resonar en nuestros oídos y a protagonizar nuestros tarareos. El Giraluna es un precioso cuento lleno de bellas ilustraciones y caligramas creados por el propio Aute que además viene acompañado de una delicia de canción y un poderoso mensaje.
«El Giraluna es un girasol distinto, raro, especial, que tiene su propia personalidad. Y además, le gusta llevar la contraria. Tanto que, cuando se pone el sol, en lugar de encorvarse y humillarse como hacen los demás girasoles, el Giraluna permanece erguido, mirando al cielo»
Quiero que El Giraluna sea uno de los referentes de Alma, mi hija, según vaya caminando hacia la vida adulta. Porque además, la luna se maravilla con él y le hace un gran regalo: le muestra su cara oculta. Y lo hace por tres motivos:
«El primero, porque tuvo Fe, el segundo, porque no perdió la Curiosidad y el tercero y más importante, porque tuvo Criterio propio»
Sí, quiero que Alma siga su ejemplo.
Y que disfrute siempre con esta maravillosa canción. Y tú también. Gira, gira, gira…