8 consejos prácticos para prototipar un negocio con mirada feminista

El modelo tradicional de negocio, ese que prioriza el dinero y nos lleva a la extenuación, ya no nos sirve a muchas. Es hora de construir un emprendimiento que nos ponga a nosotras, las personas, en el centro. ¿Cómo hacerlo? Te comparto algunas claves para diseñar tu negocio desde una perspectiva feminista:

  1. Prioriza tu bienestar. El camino del emprendimiento es un proceso continuo, como una espiral. Habrá momentos de subida y bajada, y eso está bien. Permítete fluir, sin caer en la ansiedad, porque nada es definitivo.
  2. Integra la dimensión reproductiva en tu negocio. Tan importante como generar ingresos es dedicar tiempo a escuchar a tus clientes, reflexionar y cuidarte. Estas pausas son esenciales para el bienestar tuyo y de tu proyecto. Eso es tan importante como las tareas productivas, aquellas que generan directamente facturación. Ambas son necesarias en la empresa
  3. Recuerda: tu negocio no te define. Tú no eres tu negocio y tu negocio no eres tú. Establecer límites claros te ayudará a proteger tu espacio personal y el de tu proyecto.
  4. Di no al «turboproductivismo». La obsesión por la productividad sin límites pone en riesgo tu salud y tu proyecto. El perfeccionismo es una trampa del patriarcado que nos impide parar a imaginar modelos de empresa menos tóxicos y más igualitarios.
  5. Emprende desde el placer. Conecta con tus deseos, no con las expectativas ajenas. Tienes un cuerpo, escúchalo. Sigue tu propio camino y no construyas a través de las expectativas ajenas de un mundo construído a la medida de los hombres blanco y ricos.
  6. Re-significa tu concepto de éxito: ¿Qué significa triunfar para ti? Solo tu respuesta es válida. Decide si quieres vivir para emprender o emprender para vivir.
  7. No te pierdas en el camino: Resolver los problemas de tus clientes es importante, pero no olvides tus propias necesidades.
  8. Construye «netbonding» desde el inicio. Una red de contactos es fundamental para hacer avanzar cualquier negocio, pero una red de afectos, que te sostenga en lo emocional es casi o más importante. No estás sola. Y sola se puede, pero con amigas es mejor. Los negocios feministas se sostienen en lo colectivo y trabajan por el bien común.

En resumen:

  • El emprendimiento feminista es un enfoque que valora a las personas y el bienestar por encima del beneficio económico.
  • Implica integrar el autocuidado y la dimensión reproductiva en el modelo de negocio.
  • Requiere cuestionar el concepto tradicional de éxito y definir uno propio.
  • Supone tomar decisiones conscientes y evitar la trampa del «turboproductivismo».
  • Trabaja con mirada colectiva y de apoyo mútuo y nunca pierde de vista el bie común.

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