¿Cultura del error o cultura del fracaso?
Nos cuentan desde pequeñas que lo contrario del éxito, es el fracaso. Y por si esto fuera poco, crecemos con un concepto acerca del éxito que tiene que ver más con el dinero y el poder que con la felicidad y el crecimiento como seres humanos.
Se crearon 106.603 empresas en España en 2008. Muchas de ellas ni siquiera llegarán a terminar 2009 y otras tantas cuya andadura se remonta bastantes años más atrás, también tendrán que plantearse el cierre.
Y socialmente lo vivimos como un drama, no como un aprendizaje. Un alto directivo de una importante empresa tecnológica me comentaba un día que en esta organización valoran muy positivamente la incorporación de emprendedores que «han fracasado» (atención al entrecomillado) en sus proyectos. Cultura del error, apunto yo, y además, entendiendo éste como el único camino para sacarle jugo a la vida. ¿Por qué nos da tanto miedo equivocarnos? ¿Nos preocupa la lectura que se hará de nuestras equivocaciones por el conjunto de la sociedad? ¿Nuestro alto nivel de autoexigencia no nos permite ser un poquito «imperfectos»? ¿Miedo al cambio que acarrea cualquier metedura de pata?
Lo curioso es que tal vez tenga algo que ver con el significado que tiene la palabra error en cada cultura. El diccionario de la RAE lo define en su primera acepción como «concepto equivocado o juicio falso», mientras que «mistake» es definido en el Oxford Advanced Dictionary of Current English como «an action or an opinion that is not correct (y aquí viene lo interesante), or that produces a result that you did not want». Así de sencillo, para los anglosajones, equivocarse simplemente significa que el resultado no tiene por que ser el que tú esperabas, lo que no significa que no sea bueno, adecuado y hasta necesario, me parece a mí.
Deberíamos equivocarnos más a menudo.
No se si tenga que ver con la cultura judeocristiana o cristiana en si, una vez hablando con una persona Judía me dijo que una de las diferencias entre una y otra ideología es que en el cristianismo o catolicismo (desconozco la diferencia disculapar) se le educa a uno a vivir con miedo, miedo de morir, miedo de equivocarse, miedo miedo miedo y castigo, mientras que en la Judía es más bien una educación de esperanza, de futuro. Es verdad, he trabajado con los anglosajones «in situ» mucho tiempo y si, se tiene una visión menos catastrofista, más natural en los procesos naturales de vida. No hay «castigo» de por medio. Si estudiaste ingenieria y 10 años después te has dado cuenta que quieres ser abogado, no pasa nada, házlo y continua… aquí en España, México se vive más como.. «no sabe lo que quiere» y sería muy pero muy cuestionado algo así… ellos miran más en el rectificar más que en el equivocarse por eso a las mujeres que tienen hijos no se les complica tanto regresar al trabajo, su vida no se corta, continua, por eso el inmigrante con estudios y preparación tiene posibilidades de crecer porque su vida continua , no se fracciona aceptando trabajos infinitamente inferiores a los que podría tener en su país de origen. No se a qué se deba exactamente pero si se lo que se siente estar en un lugar en donde las cosas fluyen con naturalidad, en donde tienes derecho a tener las cosas sin «sufrir» por ellas y en un lugar en donde ni con agua pasan las cosas y tienes que «sufrir» por conseguirlas.
sin duda debemos implementar una cultura de tolerancia al error, es bueno comenter un error, ojo, pero no repetirlo 🙂
Importante puntualización Ángel 😉