No siento nada

He arrancado 2025 volviendo a leer (creo que por tercera vez) «No siento nada» de una de las ilustradoras y pensadoras feministas más lúcidas del S.XXI, la sueca Liv Strömquist.

Este ensayo gráfico en el que con humor e ironía explora la dificultad del amor duradero en la sociedad capitalista actual, Strömquist analiza cómo la visión moderna de uno mismo -con el ojo y la cámara siempre girados hacia el selfie- dificulta la verdadera conexión y el amor.

A través de referencias a la filosofía, la historia, la antropología y la cultura pop, la autora argumenta que factores como la «desaparición del otro» (la incapacidad de ver la alteridad), la «elección racional» en las relaciones, la presión del éxito masculino, el «desencantamiento del mundo» y la dificultad para lidiar con la muerte contribuyen a una visión cada vez más racional, analítica y económica del amor, despojándolo de su misterio y magia.

En resumen, «No siento nada» plantea una reflexión crítica y divertida sobre cómo hemos cosificado el sentimiento del amor, convirtiéndolo en un producto de consumo y olvidando su naturaleza extraña e inexplicable.

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