Hasta hace poco levantar un prototipo era un ejercicio agotador: recursos que no tenías, semanas de espera, mucho esfuerzo para llegar apenas a un “borrador” de tu idea. La llegada de la IA generativa ha cambiado esas reglas. Pero ojo, lo interesante de esta revolución no está solo en la agilidad, sino en lo que ese tiempo liberado nos permite hacer. Podemos aprovechar la IA para poner la calma en el centro del proceso. |