El trabajo siempre se nos ha presentado como algo dado, pero cada cierto tiempo esas estructuras se tambalean y nos toca volver a empezar. Con la irrupción de la IA hoy estamos en uno de esos momentos. El trabajo no es estático, es una construcción social que podemos reinventar. Y el emprendimiento es una de las mejores herramientas que tenemos a nuestro alcance para hacerlo. No se trata solo de reflexionar sobre cómo nos ganamos la vida, sino cómo queremos organizarla: qué valor damos al cuidado, qué papel le concedemos a lo común, qué estructuras necesitamos para no quedar atrapadas en la lógica de la precariedad y el frenesí permanente. Volver a inventar el trabajo es también volver a inventar cómo nos sostenemos juntas. |