Andamos necesitadas de modelos femeninos
Si tienes 31 años, eres capaz de inspirarte y encontrar motivaciones en las acciones y palabras de seres humanos que para ti suponen un modelo a seguir, independientemente de su género. Pero si tienes 20 años menos y la naturaleza te hizo niña, lo más probable es que tiendas a identificarte con mujeres. ¿Cómo fue en tu caso?
Yo crecí con modelos femeninos que nada tenían que ver con las mujeres a las que admiro hoy en día. Y no estoy hablando de referentes cercanos (ese es otro tema y por ahí no tengo queja), sino de los modelos que intervinieron en mi cultura personal y en la de mi generación y que los medios de comunicación de masas me presentaban cotidianamente. El éxito en torno a los iconos femeninos que poblaron mi infancia venía de la mano de chicas guapas, chicas que triunfaban con los chicos, chicas con imágenes potentes…, pero desde luego ninguna de ellas tenía que ver con la actividad emprendedora, la independencia intelectual o económica y mucho menos con el mundo de la tecnología. Tal vez por eso busqué refugio en Pepita Pulgarcita, al menos ella decidía por sí misma cómo lograr sus metas 🙂
La cuestión es que nadie me habló nunca de Sandy Learner, y eso que yo sólo tenía seis años cuando ella co-fundó Cisco y sacó adelante este proyecto tecnológico de forma brillante. En cambio, desde que tengo uso de razón, Bill Gates ha formado parte de mi vida. Tampoco me contaron nada de Grace Hopper, que entre otras cosas fascinantes desarrolló el lenguaje de programación COBOL…, y así podría seguir, enumerando más mujeres que habrían podido constituir mis modelos y haberme hecho soñar con futuros más ambiciosos desde épocas más tempranas. Los señores que mandaban en los medios de comunicación de masas decidieron silenciarlas de una manera o de otra. Afortunadamente hoy, las señoras que con gran dinamismo hemos incorporado los social media a nuestra existencia, recuperaremos con energía su legado y comenzaremos a dar visibilidad a modelos y mujeres referentes que han cambiado, cambian y seguirán transformando el mundo. Mujeres emprendedoras convencidas de que sus proyectos mejorarán las vidas de muchos y que asumen con enorme responsabilidad los resultados que sus acciones tendrán en futuras generaciones.
Nosotras somos el modelo, las redes sociales nuestra herramienta y asumir la responsabilidad de dar visibilidad y ayudar a otras en sus proyectos, una gran misión. La elección, eso si, es exclusivamente tuya.
Y aquí os dejo un vídeo en homenaje a Pepita Pulgarcita, a la que en el fondo tengo mucho que agradecer («lo que se da, no se quita»).
Bueno, también tuvimos a PippiCalzaslargas…
Me ha gustado mucho tu post, porque me siento muy identificada con lo que cuentas, los modelos femeninos son difíciles de encontrar, aunque, a medida que avanzo en la madurez me doy cuenta de cuanta falta me hacen, me siguen haciendo falta.
Por un lado yo he ido procurando ejercer una personal discriminación positiva en la elección de mis profesionales, elijo abogada, dentista, oftalmóloga… hay tanto corporativismo masculino que me parece justo compensarlo desde esa mínima elección personal.
Y por otro sigo buscando modelos de mujer en los que poder reflejarme, y encontrando que resulta muy complicado, especialmente, en el caso de mujeres mayores.
Hace tiempo que tengo la suerte de poder acudir un par de días al mes a las clases de una filósofa argentina, Nelly Schnaith. Sus clases me hacen bien, me ayudan a pensar, me abren la mente y me ponen en cuestión los prejuicios. Y ella, en especial, me gusta como modelo al que me gustaría parecerme cuando llegue a su edad.
Es una mujer mayor alegre, inquieta, llena de ganas de saber, de seguir aprendiendo. No deja de interesarse por lo que ocurre en el mundo, sigue palpitando. Cuando habla en sus clases, lo hace con tal pasión que se embellece, incluso puede distinguirse en ella a la joven que fue.
Necesitamos modelos positivos, encontrarlos, para saber a dónde queremos llegar… Ojalá lo logremos!
Vivo en Argentina, y hay muchas mujeres emprendedoras que son modelos a seguir.
El tema es cuando no podemos vernos como tal hasta que alguien en una conferencia te dice, wau! cómo has crecido. Es el preciso momento en que la gente puede verte y vos no…=) Nos cuesta darnos cuenta que somos o podemos ser modelos a seguir por nuestra actitud o no?
Me encantó Patricia, enhorabuena, fantástico.
¡Qué recuerdos! «La abeja maya» no se conformaba con lo establecido, y quienes no se conforman, sino que intentan mejorar son aquellos/as que mueven el mundo.
un abrazo. mari cruz
Pues si, desgrciadamente no se nos han mostrado la multitud de mujeres extrordinarias que han poblado nuestro mundo…yo lo que si recuerdo, y tengo 46 tacos, es las mujeres médicos, farmaceuticas, abogadas , maestras, profesoras de música….y mi promoción de ingeniería, mayoritariamente mujeres…pero antes, que no ahora, no era noticia.AgradeZco a mis padres que nos inculcaron y nos educaron para que fuéramos valientes e independientes…ahora tenemos otros medios para que se nos oiga alto y fuerte! Somos muchas y No estamos por la labor de seguir en el silencio…
Bravo Patricia, gracias de nuevo por remitirme a ellas. Me pareció muy ineresante conocer mujeres así. Lástima que a la mujer (aún siendo antropológicamente más luchadora y emprendedora que el hombre) le haya faltado «maketing». Nosotras no vendemos nuestros logros, siempre estamos «a la sombra del presidente». Por suerte o por desgracia vivimos en un mundo gestionado por hombres y ellos definen los modelos. Ojalá, que gracias a gente como vosotras… consigamos cambiar los patrones!!