💡Resetear el emprendimiento desde lo común

Cuando emprendemos asumimos que es imprescindible superar a la competencia para asegurar la supervivencia del negocio. Es una de las cuatro trampas principales de la narrativa hegemónica.

Las otras tres son la hiperproductividad, la búsqueda de resultados rápidos y el crecimiento por el crecimiento, todo ello, a toda costa.

Esta manera de entender las relaciones de la empresa con su entorno es tóxica para los emprendedores y al mismo tiempo, impide que el emprendimiento sea una auténtica palanca de innovación social.

La alternativa son las relaciones empresariales mutualistas, las que genuinamente aspiran al bien común, que es algo que va mucho más allá de lo que me beneficia mí, a ti o a los dos juntos.

Tenemos que reflexionar mucho más sobre lo que ha supuesto que el relato emprendedor hegemónico haya hecho suyos planteamientos que han interpretado torticeramente el darwnismo social y que sostienen que en la supervivencia, es el más fuerte el que sale adelante. No es cierto. Lo que siempre, sin excepción, contribuye a la supervivencia es la búsqueda del bien común a través del apoyo mútuo.

Este post forma parte de la serie «Miniposts», un experimento que estoy llevando a cabo para nutrir de más contenido original a mi propia web y de un poco menos a los tecnofeudos que son hoy en día las redes sociales.

Por cierto, te animo a suscribirte a La Slow Newsletter. Un oasis en medio del frenesí para emprender con calma y abandonar YA tanto cansancio.