Las empresas que nos gustan: Anchor Brewing y la propiedad social (que será, o que pudo ser)

Seguro que despliegas tus rituales cuando visitas por primera vez un nuevo lugar: comprar una imán para la nevera, hacer un Freetour, zamparte el plato típico… En mi casa probamos la cerveza local. O las cervezas. Así que las temporadas que hemos pasado en San Francisco le hemos dado a base de bien a la Anchor. 

En julio del año pasado, la cervecera anunció su cierre y puso fin a 127 años de historia. ¿Puso fin a 127 años de historia? No. Lo que ha sucedido desde entonces puede dar pie a que ésta se reescriba por completo. 

Anchor Brewing Company fue la primera cervecera artesana de EEUU. Su historia es un camino de ventas y adquisiciones, cambios de propietarios, pero por encima de todo, de supervivencia. Fundada durante la fiebre del oro por el alemán Gottlieb Brekle, desde entonces ha pasado por las manos de siete propietarios que con mayor o menor éxito la han traído hasta 2024. ¿Sólo sus propietarios? En absoluto. El recorrido empresarial de Anchor está ligado a su comunidad.  

Hay episodios que da fe de ello, como cuando en 2018, una año después de que la compañía hubiese sido adquirida por su último propietario- el conglomerado japonés Sapporo- y ante el deterioro tanto de las condiciones laborales, como del propio producto sus trabajadores decidieron actuar desde lo colectivo y poner en marcha un sindicato que fue respaldado por todos y cada uno de los bares de San Francisco que servían la cerveza. El resultado fue la aprobación de un convenio que mejoró sus condiciones y que se extendía hasta 2023, cuando debía ser renegociado entre los representantes de la empresa y los de los trabajadores. Ese mismo año, Sapporo, aludiendo al descenso de las ventas provocado por la pandemia cesó las operaciones y echó el cierre a la Anchor Brewing Company.

Lo que pasó a partir de entonces puede cambiar la historia de esta empresa para siempre y está suponiendo un proceso de aprendizaje bien interesante no sólo para sus trabajadores, cuyo objetivo ahora es hacerse con la propiedad colectiva de la misma y transformar el proyecto en una Sociedad Cooperativa, sino para todos los que estamos siguiendo el asunto desde la distancia. 

Los empleados de Anchor Breweing quieren comprarse la empresa

La propiedad social de los empleados de una empresa no es una novedad, es un modelo probado con historias de éxito tangibles. Se trata de una estrategia empresarial en la que los empleados se convierten en dueños, comprando todo o parte de los activos de la empresa. Hay muchas empresas cuyos nombres reconocerías y que son propiedad de los empleados. En España, el ejemplo por antonomasia es Mondragón Corporación, que aglutina a otras compañías como Fagor o Eroski. Las principales cervecerías artesanales de EEUU son propiedad de sus empleados (Black Star Brewing, Deschutes Brewery, Harpoon Brewery y Great Lakes Brewing Company), y en todo el país, hay casi 15 millones de empleados-propietarios hoy en día. 

Los trabajadores de Anchor iniciaron un crowdfunding para, a través de donaciones de su comunidad, sufragar los gastos que entrañaba el proceso de incorporación legal de la sociedad. “Las personas más cualificadas para salvar Anchor somos las personas que la producimos. Somos Anchor: somos gente de clase trabajadora, muchos de nosotros nativos del Área de la Bahía que crecimos viendo a los miembros de nuestra familia beber Anchor. Estamos muy orgullosos del trabajo que hacemos. Ahora estamos pidiendo la oportunidad de continuar ese trabajo».

Tras establecerse como Sociedad Cooperativa, arrancaron un proceso de inversión colectiva en la plataforma WeFunder. Su objetivo, recaudar por parte de pequeños y medianos inversores medio millón de dólares, ya que fue la cantidad establecida por Sapporo para la venta de lo que en aquel momento aseguraban era una compañía en bancarrota. A finales de 2023 habían alcanzado el objetivo. En enero de este año supieron que Sapporo tenía en marcha en paralelo un proceso de venta de la compañía a través del que estaban recibiendo ofertas muy por encima de esa cantidad que habían conseguido recaudar. 

Mientras escribo este post todo está en el aire. En su última actualización, lamentan no poder dar demasiada información a los inversores que han contribuído a través de WeFunder, ya que está siendo un proceso bastante opaco por parte de Sapporo. Lo que si han hecho, y eso dice mucho de su altura moral, es ser transparentes con sus inversores en este sentido y ante la incertidumbre del proceso, animar a toda las personas que invirtieron y que deseen recuperar sus fondos, a hacerlo. A día de hoy, la inversión ha descendido hasta los 325.000 dólares. 

Lo que pase a partir de aquí está por verse. La historia de Anchor Brewing parece alejarse cada día de una apuesta por la propiedad social. Mi impresión es que pase lo que pase, a ese grupo de trabajadores les habrá merecido la pena. El nivel de conexión profunda que han desarrollado entre ellos en el transcurso de estos meses y el cariño que han recibido por parte de su comunidad (clientes, competencia, proveedores, administración pública y ciudadanía en general) es lo que hace que el emprendimiento sea una opción profesional que contribuya a construir buen vivir, esto es, una vida que merezca la pena ser vivida. 

“In the back of our minds, we knew this could be the case, but never dreamed that the competing bids would reach such heights.  Also, because of the level of attention and support we have received, we have continued to imagine other potential outcomes that may involve partnering in some manner with the successful bidder.  We have made our case known throughout San Francisco and the world and received a ton of support. Supporters include Solidarity Ale brewing collaborations, marketing support, your investments, and all the great messages we have received in this process. The City of San Francisco has also shown support, and with the help of the non-profit Project Equity, we have developed a solid business plan as well as relationships with city officials and local leaders in the community.

Anchor SF Cooperative Team

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